





La restauración esta siendo llevada a cabo por iniciativa de la propia empresa y el vehículo aún no tiene destino ni dueño asignado. Se esta haciendo sin prisas, con detalle y cuidado, en los huecos que deja la actividad principal de Contrainsa, y el estado actual de la operación puede verse en las fotos. El objetivo es también (como el anterior 1083) retornar este Europa a un estado completamente operativo en el cometido para el que fue ideado, la extinción de incendios.
Sería deseable que una vez restaurado alguna administración pública lo adquiriera para un museo que, como el de bomberos de Vallecas, está falto de representantes españoles cuando fueron los más numerosos. Pero tampoco sería mal destino un parque de atracciones o alguna pintoresca localidad turística de las que abundan en nuestra costa. Cualquier solución será buena antes que verlo terminar en manos de un coleccionista extranjero u olvidado en un país africano. Desde aquí lanzamos el aviso y esperamos que no caiga en saco roto.

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