
De museo excelente y muy cuidado se puede calificar el del Aire de Cuatrovientos en Madrid. Allí podemos deleitarnos contemplando las glorias de la aviación española. Los autogiros De La Cierva, el Plus Ultra y otros aeroplanos que protagonizaron azañas históricas junto a nuestros aviadores, nos pondran los ojos como platos y nos harán sentirnos orgullosos. Viejos y pioneros motores Hispano Suiza, los aviones nacionales CASA y extranjeros de multitud de marcas comparten hangares a cubierto con vehículos de apoyo marca Ford, Morris, Henschel, Jeep... Mientras, en la calle, una pequeña batería de vehículos fabricados en España sufren las inclemencias del tiempo como despojados de todo valor.
Entre ellos tres modelos Pegaso: Un 3045d, un BLR y un Bocanegra de limpieza de pistas. Se echa en falta algun mastodonte como los 1086 «Pegasosaurios» que vimos hace poco en un desguace y que prestaron sus servicios en el arma aerea. Lamentablemente, y como parece que no puede ser de otra manera en este pais nuestro, los vehículos españoles siguen sin estar valorados, aún siendo únicos en Europa e imposibles de encontrar en museos extranjeros, a diferencia de los que están a resguardo. Son joyas autóctonas que si no conservamos nosotros que los creamos nadie conservará. Sucede exactamente lo mismo en el museo de bomberos de Madrid. ¿Cuando nacerá la conciencia necesaria para al menos poner nuestros vehículos en plano de igualdad con los extranjeros?, ¿tiene esta actitud algo que ver con la indeseable deriva política que diluye nuestra nación y sus signos de identidad?.
¿Entonces...por qué conservamos los vehículos y motores Hispano Suiza, quizá porque en parte eran franceses y suizos?. Es muy triste tener que hacer este tipo de reflexiones. Las autoridades públicas tienen en este aspecto un responsabilidad clara. Sólo a ellos corresponde la obligación de conservar y proteger nuestro patrimonio histórico-industrial y lo están haciendo bastante mal (vease la campaña para salvar el BMR). No es de recibo que lo poco que se está conservando sea gracias a un puñado de maravillosos coleccionistas privados que dedican su dinero y su tiempo a restaurar coches y camiones españoles.
